Celebramos habernos conocido
en una ciudad del Norte
un día de mucho frío.
Yo brindé con el agua
comprada de oferta.
Él levantó la copa
robada en un comercio
donde dejó en once
un juego de docena.
Sonaba una canción
que hablaba de cigarras
que lo perdían todo
mientras esas hormigas
que ahorran nunca pierden
en el juego de la vida.
Él apuró en un trago
el vino de sus vides.
Yo dejé sin beber
media botella mía.
Hoy recuerdo el momento
y me vine la risa.
¿Qué hacía yo perdiendo
el tiempo con un hombre
que hablaba de vinos
de las viejas bodegas
de su ilustre familia?
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VINOS EL CORTE INGLES
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