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Zanox SEX

COMIDA PARA ANIMALES

Besos sinceros

​Fui sincera en cada beso,
no fingí las cumbres altas,
cuando gritaba tu nombre
un delirio me asaltaba.

Quise ser la novia eterna
y fui la novia que marché
dejando atrás los regalos
del día del cumpleaños.

Te volví a encontrar 
a una cuna asomado:
otra te había hecho
padre sin tú desearlo.

Deseé haber parido
el dibujo de tu cara
para besar tu recuerdo
cada Día de la Madre.

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Mis amantes pasajeros

​No querría tener un hijo banquero
casado con una dulce chica
que me miraría como agria suegra.

No querría que ese hijo que sueñas
fuera el niño mimado que quieres
celebrando la Primera Comunión
con una cruz colgada en el pecho.

No querría celebrar la Nochebuena
con la tía que quieres por la herencia
prometida ante el Notario de tu pueblo
en un testamento que otorgó muy seria.

No querría que me regalaras oro
olvidando los diamantes en la tienda
porque yo soy una mujer que ama
las piedras que Amazon no vende.

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La Navidad de Adán y Eva

​Te espero, Adán mío,
sin mirar mucho el reloj
rosa que me regalaste
por Primera Comunión.

Tardas como siempre tardas.
Espero como yo espero:
jurando algo en hebreo
porque los celos me retan
a maldecir ese día
en que salí de tu cuerpo
haciendo mujer el hueso
de tu costilla de hierro.

Son las doce cuando llegas
diciendo que aún me quieres
y yo te ofrezco de cena
un turrón de trufa y menta.

¿Es Navidad? me preguntas.
Sí, amor, hay una Estrella
llevando a los tres Magos
al Mesías que nos odia
porque somos el pecado
que su Madre nunca tiene.

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Los amores de Adán y Eva

​Te espero, Adán,
aquí, en esta cueva
con el aire ventilando
las cortinas nuevas
y un temporal de nieve
dentro de la nevera.

Te espero, amor,
como todos los días
cuando llegas cansado
de torear la vida
y tu Eva te da
un masaje de brío.

Te espero, Adán,
con los brazos abiertos
a la noche que viene
en la cama de nardos
que hicimos un viernes.

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Soy tu Barbie

​Hoy quiero ser tu Barbie, amor mío,
y no me digas un no tuyo.
Hoy quiero cabalgar hasta el límite
del cielo con el otro mundo.
Hoy quiero tirarme de la silla
del caballo cuando ya susurres
mi nombre verdadero olvidado
el día del sí quiero en la boda.

Hoy quiero ser la jinetera
que corre cruzando la pradera.
Hoy quiero ser la mujer libre
que conociste y no recuerdas.

Hoy quiero morderte con los dientes
que lavo con Profiden algunas veces.
Hoy quiero decirle a mi caballo
más rápido, más rápido..., más lento.

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Eva te quiere

​Te quiero...
¿Te lo dije?...
Tal vez no lo recuerdas
porque siempre has visto
mi cuerpo y mi careta.

Decías que yo era
tu más bella muñeca
y elegías otra
muñeca algunas veces.

Perdonaba el desliz
cuando traías besos.
Odiaba tu traición
cuando traías genio.

Te quiero sí, así,
como ama una muñeca:
queriendo por querer,
amando por sistema.

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Mujer en venta

​Cada una vende lo que puede.
Yo un día vendí alguna caricia.
Toque el cuerpo de un viejo,
acaricié cicatrices de la vida,
le di un beso a un mendigo,
juré sobre un billete de diez euros.

Yo un día era esa mujer
que salía pidiendo una VISA.
Me fijé en el coche que rodaba
oliendo a Concesionario por la pista.

Era un día en que la luna dormía
y el sol le era infiel conmigo.
Que no culpen las estrellas a ese Astro
que me pagó la cena de mis hijos.

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Lo que se come en mi casa en verano



1

Las anchoas son siempre caras. Es lo que piensas cuando metes en la cesta de la compra del supermercado una lata de Anchoas en aceite de oliva CONSORCIO. Por muy aceite de oliva que lleven y por muy anchoas que sean (no tengo noticia de lo contrario) son 1,89 euros lo que pagas por una lata de peso neto de 29 gramos. La como yo sola en un bocadillo sin necesidad de compartir bocata.

La única ventaja que encuentro en las Anchoas en aceite de oliva CONSORCIO es su sabor. Me parecen más ricas que las anchoas enlatadas que comercializan otras marcas. Mi chico dice que están más buenas porque las envasan en aceite de oliva. Puede ser. El aceite de oliva le da un sabor más gourmet.

El envase es el de toda la vida. Meten la lata en una caja de cartón de color rojo alegría y adornan la caja con una banda azul donde están escrito el nombre de la marca en letras blancas. Un contraste de anuncio sobre un fondo rojo serio. El envase es, pues, una apuesta por el estilo clásico. Es como si resaltara que son las anchoas del Consorcio de toda la vida.

Os las recomiendo por su sabor. Casi vale la pena pagar un poco más y llevarte estas anchoas de una marca conocida. Las encuentras a vender en todos los supermercados y grandes superficies.

En mi casa las Anchoas en aceite de oliva CONSORCIO se utilizan mucho para hacer pequeños pinchos para las visitas. Son siempre un acierto. Muchas amigas me felicitan por la idea y acaban copiando mis pinchos de anchoa marca Consorcio. Yo siempre les digo que son anchoas de Santoña. Lo pone el envase. Nadie dice lo contrario. Bueno, mi chico tiene sus dudas. Mi marido piensa que las anchoas de Santoña debería ser más caras porque hay un político que las regala siempre a sus allegados.


2

Dice mi madre que el Maíz dulce Bonduelle es el maíz que comen las personas. En España no hay tradición de comer maíz. En cambio, en México el maíz es un alimento más. Mi madre compra las latas de Maíz dulce Bonduelle en latitas. vienen tres latas en el pack de tres unidades, cada una de 140 gramos. las encuentras a vender en todos los supermercados y en muchas grandes superficies. Son un clásico.

No puedo decir que me guste. Lo he comido hasta con pan y no, no me va, pero es una variedad más que hay en la despensa y a la que puedes echar mano cuando hay que hacer una comida rápida echándole imaginación al asunto.

El envase es llamativo. Lo ves tan amarillo, con la foto de los maicitos y casi le echas mano. Mucha gente lo compraría si fuera sólo por el envase por lo que decidieran su compra. En el envase resulta tremendamente atractivo.

Tampoco está mal el maíz. Lo encuentras muy dulce. Se nota que le ponen cantidad de azúcares y edulcorantes para hacerlo gustoso al paladar del gran público. Es un error. Estaría mejor si le pusieran menos dulce. Si estás acostumbrada a comer esos maíces que venden como fruto seco salado, notarás una gran diferencia. El Maíz dulce Bonduelle no tiene nada que ver.

No os lo recomiendo ni os lo dejo de recomendar. Para gustos colores. Este maíz o te gusta o no te gusta. También puede pasarte como a mí que lo encuentro comestible de vez en cuando para no comer siempre lo mismo o para hacer un apaño con él cuando no tienes mucha cosa por la despensa.

No sale muy caro teniendo en cuenta que en el pack vienen tres latas. Pero tampoco está tirado de precio. Ten en cuento que las tres latas cuestan 1,75 euros y el kilo te viene saliendo en 4,17 euros.

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Vacaciones en PortAventura

​Nos quedaba el Far West
y allí fuimos andando
con botas de vaqueros
que nunca cabalgaron.
¿Un beso, señor Seriff?
Un beso bella dama.
Un negro me gritó:
guapa la chica guapa.
¿Estamos en América?
Parecía Holanda.
Tú sueña, vida mía,
dijiste a mi lado.
Dejé libres los sueños
borracha como estaba
y pedí otro whisky
al borde de la barra.

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Amor de geriátrico

​Un día nos jubilaremos, amor mío,
y seremos dos viejos ricos,
tú con coche Mercedes,
yo con un smart mínimo,
tú con Verdaces míos,
tú hablando hindú,
yo hablando sencillo,
tú sin fumar un puro,
yo bebiendo mis tilas,
tú mirando mi botox,
yo mirando tu teñido,...

¡Dos viejos jubilados!
¡Qué dicha, amor mío!

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Amantes


Me enamoré de la libertad
y olvidé a amantes
que abrazaban mi cuerpo
para comprarlo gratis
en un te doy amor
y prometo amarte.

¡Cuántas promesas falsas!

Dejé que me salieran
alas para alejarme
elevando mi yo
del beso jadeante.

¡Las cadenas no estaban!

Vi a mis pies aquellas
manos de los tiranos
novios, maridos, parejas.

¡Qué feliz era alejándome!

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Amor en PortAventura Park



​Todo era mentira en su verdad,
el río navegable,
las lanchas de pescar,
unas casitas viejas,
el círculo al mar.

¿Estaría soñando?
¡Era el capital!
Una inmensa inversión
busca rentabilidad.

Subí a un coche loco
contigo y con más.
¡Cómo corría el tren!
Pensé en escapar.

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Los amores de Adán y Eva en verano

​Bienvenida, tú me dices,
en la puerta de la cueva
y me siento invitada
a la cocina y la mesa.

Vas abriendo cada puerta
para enseñarme los seulos
impolutos de baldosas
diseñadas por un ciervo.

Los cuernos casi los veo
asomada a un florero:
parece que unas rosas 
no son para esta Eva.

Bien hallado, te susurro,
¿somos tres bajo el techo?
Tu cara pálida dice
que eres infiel a Eva.

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Amor en PortAventura Park

​China tenía su jardín discreto,
las aceras limpias,
los parques simétricos.
Un tejado daba
el recuerdo entero
de aquellas techumbres
que en China vieran.
¿Había muralla?
Debía haberla.
Yo vi las farolas
con rojos faroles,
arbolitos árboles,
palillos y arroces.
Le dije a un chino
hola y dijo hola.
¿Esto es tu China?
Sonrió en su idioma.

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Amor en el geriátrico

​Somos niños, amor mío,
no importa el calendario.
Yo aún digo te quiero,
tú aún contestas algo.
En el geriátrico corren
rumores de malhablados.
¿Qué importa lo que digan
los médicos de tu asma?
Yo digo que aún respiras
cuando de noche gozamos
con la luna de testigo
porque no puede apartarse.
He ido a la iglesia
donde rezan las hermanas
por los pecados del mundo
y les dije soy pecado.
¡Qué loca está, la pobre!
contesta la monja mala.
Otra monja susurró
que soy novia de su hermano.
Esta noche, amor mío,
volveré a abrazarte
mientras las pastillas ponen
sueños que juntos soñamos.

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El muso y la poeta



A veces te recuerdo, muso querido,
como un amor de Adán y Eva
llevado al oasis en paréntesis
y dejado, sufriente, en el desierto.

¿Te dije te quiero? No recuerdo,
pero dije y repito me diviertes
con tus dedos siempre acariciando
el latido de una rima perversa.

No sé cómo pude emborracharme
de ti en la copa del deseo.
Tal vez fue el azar de la ruleta
mareando a Cleopatra en su reino.

Pienso en ti y pienso que me piensa
pintando las palabras de mis versos
esos días en que cual filósofo
meditas sobre amor y me encuentras.

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Amantes

​Sabes que quiero un hijo
con tu cara y con mis manos,
un hombrecito pequeño
agarrado a mi falda.

Yo le haría volar
altos vuelos sin paraguas
para ver tu admiración
al hijo de mis entrañas.

¿Te asustas, amor mío?
Yo no me asusto nada
soñando el sueño intenso
de un hijo con tu cara.

¿Sabes que lo estoy queriendo?
¿Sabes que lo estoy soñando?
Sí, seguro que lo sabes
porque siempre he sido madre.

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