MONEY MONEY MONEY

Zanox SEX

COMIDA PARA ANIMALES

Así como eres

 
Me gustas
así como eres:
chiquito, pequeño,
dotado en grande,
Por eso no puedo
olvidar el momento
que tú no olvidas
y que yo recuerdo.

Tú buscabas muñeca y yo... dinero

 
Para ti he sido
el mejor regalo,
para mí sólo fuiste
un cliente más.
 
Yo quería completar los ingresos
de un trabajo corriente y banal
con un billete de 500 euros
que hiciera llevadera mi Navidad.
 
Tú buscabas muñeca
alquilada para olvidar
a la esposa que te aburría
con tanta familia,
el pavo y demás.

Te dejé sólo el vino

 
 
Tú tenías una esposa
con los 50 cumplidos,
hijos que ya eran padres,
nietos aún siendo niños.
 
Yo llevaba mis dos manos
libres de tantos anillos
y pretendía llenarlas
con tus grandes beneficios.
 
Del teléfono pasamos
al café previo al marisco,
devorando los percebes
te dejé sólo el vino.
 
Despertaste escuchando
la radio cuando dormía
lejos de tu quinta década
olvidando los dos días
en que juntamos tu hambre
con mis ganas de comida.

Pagaba todos mis lujos

 
Fue una mina en mi pozo,
el manantial que bebí,
un manjar en mi estómago,
digestión sin perejil.
 
Degusté todos sus besos,
disfruté fajos enteros
de billetes que olían
a aquí hay más dinero.
 
Pagaba todos los lujos
para comprar mi agenda.
Un día pagó la última
cena de dos entre velas.
 
La mina que fue de oro
se volvió mina en quiebra.
Adiós le dije y no dije
como siempre hasta luego.

Éramos fuego y volcán

 
Adán mío, me enamora
tu sabiduría vieja,
esas ideas de yuppy,
la voz varonil que tienes.
 
No puedo olvidar las horas
de nuestro primer encuentro.
Tú contabas alegrías.
Yo disfrazaba mis penas.
 
Éramos fuego y volcán,
abundancia y deseo.
Éramos un imposible.
Somos lo que fuimos y éramos.

Y fui tu novia @

 
Estabas en Madrid
por una novia @
y caíste en mi red
de lista pescadora.
 
Nadabas a lo pez
en mis manos de Diosa,
reías por reír,
jugabas con mi ropa.
 
Busqué en tu cartera
el nombre de la noche
y encontré apellido
para comprar mis horas.
 
Eras, cariño mío,
una cifra sabrosa
rica rica rica,
manjar para una luna.
 
 
 

La puerta prohibida

 
Te equivocas llamando
a la puerta prohibida.
Aquí los besos se pagan
y las sábanas se miden
en una cifra que suma
más euros que un subsidio.
 
Así habló al otro lado
la voz joven de la chica
y el parado aburrido
se quedó fuera del hilo.
 
Encendió otro pitillo
para matar tanta prisa
por saltar de nada a todo.
Para él seguía frío
el teléfono que ardía.