MONEY MONEY MONEY

Zanox SEX

COMIDA PARA ANIMALES

En el gimnasio

Un día fui contigo
al gimnasio del barrio
y perdí el aliento
suiguiéndote el paso.
Subida a una cinta
mis piernas se quebraban
con aquel movimiento
digno de Olimpiadas.
Miré para el reloj
pidiendo que corriera
la hora que pagamos,
pero estaba inmóvil
contando los segundos
sin apurar su marcha.
Tú hacías las pesas
como un pobre esclavo
creyendo que tus músculos
serían cincelados.
Me bajé de la cinta
y te hice un corte de mangas.
Ahí te quedas tú
y estas Olimpiadas.
Yo me fui presumiendo
después de una ducha
que me hizo olvidarme
de aquella bicicleta
estática e indomable.
----------------

Pijama para no dormir

Nunca me sentí celosa
viéndote rodeado
por el coro de gatas
que buscaban tus músculos,
mientras yo gastaba mi tiempo
leyendo el horóscopo.
Decían que las Virgo triunfaban
y los Virgo eran hombres rabiosos.
Era cierto, pensé, al mirarte
y verme observada
por tu microscopio.
Por la noche iba a vestirme
con el pijama de no dormir mucho.
Tú vendrías a pedir la ración
de besos pintados de rojo.
--------------------
COMPRA AQUÍ TU PIJAMA MÁS SEXY


Juegos eróticos en la playa

Hoy echo de menos
aquel periódico
donde se anunciaba
un hombre sin rostro.
Ofrecía una noche
de cuerpo vigoroso
a la mujer que quisiera
acariciar su torso.
Debajo había una
señora que vendía
la virginidad rosa.
Encima una anciana
se atrevía a venderse
a los ochenta años
al señor que pudiera
pagarle por un sado.
El hombre del periódico
podía ser aquel
señor que se doraba
entre una señora
jubilada y cansada
y la señora triste
que aún lo aguantaba
los veranos de playa.
--------------------

Amor de plato

Fue el nuestro un amor de plato
que iba de buenos restaurantes
a la cena en casa de tu madre
y acabó el día que me pediste
una tortilla de patatas.
Nunca había hecho yo
tortillas con mis manos.
Intenté decirte que era
imposible el reto y dijiste
que yo no te amaba.
Te dejé diciendo que querías
a una mujer igual a tu madre
y aún escuché cuando di el portazo
la maldición de un niño mimado.
A los tres días te envíe una carta
sellada con un beso pintado.
Era mi adiós con la última foto
que sacamos en París besándonos.
------------------

Mis amantes pasajeros

Hoy llevé a un hombre liviano
a la cima de mi universo.
Entró de puntillas al lecho.
Salió mareado de verme
desnuda en sus brazos de acero.
Lo dejé irse y le pedí el teléfono
cuando, asomada al balcón,
vi como huía al desierto.
-------------------