MONEY MONEY MONEY

Zanox SEX

COMIDA PARA ANIMALES

Mis poesías eróticas

Hoy llegaste arrastrando
mi mejor maleta,
la de corazones infinitos
y ruedas de madera.
Querías que creyera
que habías robado
mi vida entera.
(Quise creerlo)
Querías que huyera
de mi cama caliente
a tu fría nevera.
(Quise hacerlo)
Abriste la maleta
de corazones Ágatha
y vi las zapatillas
que calcé la noche 
del primer encuentro.
(Quise calzarlas)
Te reíste al ver
que mis pies se habían
salido de la talla
y mi celulitis llamaba
por una dieta
libre de grasas.
Señalé tu barriga
almacén de cerveza
e indiqué con un dedo
tu papada de viejo.
La cabeza más calva,
los dientes feos,
una nariz asomada
a un poema de Quevedo.
Eras un viejo
que quería jugar
aún con mi cuerpo
mientras yo quería
ponerte los cuernos
con el yogurín que tocaba
la flauta en el tercero.
----------------



Libre de virus. www.avg.com

Juegos eróticos

Me hablabas de ella
mientras acariciabas
mi cuerpo distinto
al cuerpo de ella.
Tus dedos recorrieron 
mi espalda en una ese
de curvas que apremian
velocidad y vértigo.
Llegó el dedo índice
a la meta perversa
justo cuando decías
que ella te dejó
cuando tú la querías.
Subí mi dedo índice
a tus labios abiertos
y chupaste una uña
pintada de celeste.
Cayó tu mano izquierda
en mi pierna perfecta
buscando celulitis
al recordar la de ella.
Sentí casi cosquillas
con tu pie en mis dedos
justo cuando decías
que tenía insomnio
tu ex algunas veces.
-----------------



Juegos eróticos

Juega conmigo, amor,
ahora solos,
y dime en silencio
qué fantasía es
la que haremos esta noche.
No te prometo ser
la colegiala tonta
que huye de su clase
y viene a la tuya.
No seré hoy tampoco
la adolescente tierna
que busca en tus brazos
al padre que no tiene.
Nunca seré la hembra
sumisa a su dueño
por mucho que me pidas
someterme a tu juego.
Yo seré la que manda
en el Reino que temes:
una mujer que siente
la libertad y es ella.
---------------


Compartiendo el cepillo de dientes

Fuimos amantes sin querer
amarnos enteramente.
Lo nuestro era la práctica
del adiós que vendría
cuando llevaste un día
Yo quise secuestrarte
cuando vi el cansancio
una noche de estrellas
con la tuya apagada.
Me pediste un tiempo
para irme acostumbrando
a encontrar tus huecos
en mi vida ordenada.
Así llegó el día
del adiós y más nada.
------------------------------
CEPILLOS DE DIENTES ELÉCTRICOS PARA COMPARTIR