Hoy soñé con Napoleón,
él en su caballo,
yo no.
Hoy soñé con la guerra y los fusiles
y un caballo que saltaba cañones
y mi Napoleón encima.
Grité amor mío.
Napoleón giró su cabeza
dejando flotar su mirada triste.
Te quiero, le dije.
No dijo nada pero me quería.
Señaló el cielo con su dedo índice.
Allí, allí arriba
me estaría esperando algún día.
¿Y ahora?
Ahora hay guerra, María,
reza,
y recé un padrenuestro dormida.
-----------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario