Amor mío no me digas
que sueñas conmigo cerca
porque soy yo la que sueña
cuando te tengo despierto.
Mido a pulgadas tu cuerpo
y encuentro las miserias
de la cartera vacía
y la nevera con hielo.
No me digas, amor mío,
que hay mucho desempleo.
Las escusas son escusas,
la realidad es pena.
Yo me tiro a la piscina
con un flotador de niña
y no me importan las olas
ni tus gritos descosidos.
Necesito un trocito
del paraíso perdido.
Por eso nado en cloacas
hasta alcanzar la dicha.
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