Dime que me quieres, Adán mío,
ahora que vuelvo a ser tu Reina
en este paraíso de manzanos
lleno de tentaciones en sus ramas.
Deja que acaricie cada hoja
que tú conviertes en dinero.
Quiero oler todos tus dólares
y agarrar todos tus euros.
Podremos abrazarnos en el banco
donde guardas tus emolumentos,
besarnos asomados al Atlántico,
caer en la playa del Deseo.
Dime que esperas a tu Eva
igual que me esperabas cuando era
la Reina de Egipto que abría
tus sábanas con mis parlamentos.
-----------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario