luchando con el trabajo
y casi me diste pena,
pero no fui a ayudarte.
Trabajar es un castigo
que no acepto ni trato.
Soy de las que sobreviven
robando alguna manzana.
Tú trabajas y trabajas
sin manifestar cansancio
en tu cara cincelada
por las más divinas manos.
Por favor, Adán querido,
abandona la azada
y ven conmigo a mirar
el más bello paisaje.
--------------
Ver Tenerife desde sus plantaciones de plátanos es descubrir una isla muy distinta a la isla de fiestas y desenfreno que conocía yo. Fui con mi marido recorriendo las plantaciones porque mi chico quería hacer negocios de plátanos. modadebarrio.blogspot.com |
No hay comentarios:
Publicar un comentario