Mis amantes pasajeros

Cociné en mi cocina
los manjares que comiste
mientras yo fui cocinera
de tus platos gratuitos.
 
Ahora ya no cocino
los guisos de los domingos.
Prefiero ser la invitada
de un hombre señorito.
 
Subo a su coche vestida
con las sedas más divinas
y vamos al restaurante
de los tenedores finos.
 
Esto que vivo ahora
es amor de princesita.
Aquello que aparqué
era el sí, esclava mía.
 
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