Fui egoísta amándote.
Fui egoísta olvidándote.
Soy egoísta recordándote
ahora cuando son otros
los brazos que me abrazan
y no tienes mis besos
abriendo tus madrugadas.
Sé que aún eres mío,
tan mío como el campo
donde rosas hay muchas,
pero sólo una es la rosa
que se sube a tu ojal
vestida con las mañanas.
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