Lisboa olía a noche,
a calles desnudas,
a silencio desierto.
Hablaba el reloj
desde una iglesia
antes de los rezos.
Callé casi el miedo
de mujer andando
aceras gris cemento
mientras me poblaban
pensamientos tétricos.
Se acercaba el día
con el sol naciendo
detrás de la luna
y aún no se iban
de mí tantos miedos.
------------
http://evarecomienda.blogspot.com/
a calles desnudas,
a silencio desierto.
Hablaba el reloj
desde una iglesia
antes de los rezos.
Callé casi el miedo
de mujer andando
aceras gris cemento
mientras me poblaban
pensamientos tétricos.
Se acercaba el día
con el sol naciendo
detrás de la luna
y aún no se iban
de mí tantos miedos.
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