Su matrimonio era un accidente entre un coche viejo y una moto. Ella le ponía velocidad a la vida. Él jugaba la chatarra del coche sobre el tapete donde le ganaban el volante con un as de oros.
Amaneció sin coche y esposa y las maletas con destino Calcuta. No creía que su libro de familia estuviera roto con la firma de otro.
La vio quedar vestida de rojo, con los labios buscando los besos del amante que no escondía en los bailes cargados de luna.
Marta Marcilla: Tienes una habilidad millonaria
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Marta Marcilla descubre
su habilidad millonaria
para que tú vayas buscando
esa habilidad tan tuya
que no descubriste antes.
Puede que sean las ventas
u otr...